Arianna, una chica de 18 años, huyó de Venezuela tras recibir amenazas debido a su orientación sexual por parte de las pandillas que operaban en su escuela. Buscando un lugar seguro donde continuar sus estudios y alcanzar su sueño de convertirse en doctora, Arianna caminó durante varias semanas para atravesar Colombia y reunirse con su hermana mayor en Ecuador. En este viaje, Arianna tuvo que enfrentarse a discriminaciones y situaciones que pusieron en riesgo su vida. No obstante, la joven también recibió el apoyo y la solidaridad de personas con las que se encontró en su camino y que trataron de ayudarla.

Esta es una historia que busca sensibilizar a la sociedad sobre uno de los mayores desplazamientos de este siglo, generar empatía para contrarrestar la xenofobia, y mostrar el rol de la ayuda humanitaria y la cooperación internacional en la respuesta a las crisis de desplazamiento. 

La historia de Arianna coincide con la de cientos de miles de personas en todo el mundo que cada año se ven obligadas a huir de sus países, a menudo en viajes peligrosos, para poder salvar sus vidas, construir un futuro y alcanzar sus sueños.